Si has contratado una sesión de fotos familiar, una de las dudas más frecuentes es con qué ropa venir a la sesión. Como fotógrafa profesional siempre recomiendo que vengáis con colores que peguen entre sí, colores suaves, colores tierra, beige, blancos, grises…
Con eso conseguirás crear unas fotos atemporales, y centrar la atención en vuestras emociones y gestos.
Otra recomendación que siempre comento es evitar las camisetas con letras o colores muy llamativos. Pero sobre todo ropa con la que os sintáis cómodos. Luego cada persona tiene un gusto muy personal, por eso antes de venir a la sesión hablaremos y charlaremos sobre vuestros gustos para encontrar lo más adecuado.
Elige una paleta de colores adecuada
Elige colores acordes a tu estilo y personalidad. Con lo que os sintáis cómodos. Colores lisos, suaves, sin colores demasiados estridentes o con letras. Eso hará que centremos nuestra atención en vosotros y no en lo que lleváis puesto. Pero siempre desde vuestro gusto y personalidad.
Por eso es importante hablar antes de venir a la sesión sobre vuestros gustos y preferencias.
Lo colores neutros, como el blanco, gris, beige, colores tierras siempre funciona muy bien.
También se pueden usar complementos, como algún sombrero o chaquetas con otros tonos para darle dinamismo a la fotografía.
Prioriza la comodidad sin sacrificar el estilo
La comodidad es primordial para que estéis bien durante toda la sesión. Sobre todo si la sesión se realiza con niños, ropa que nos dé libertad de movimiento, con la que puedan moverse cómodamente, y evitando jerseys que piquen o cosas con las que estén incómodos, porque lo que buscamos en estas sesiones es la máxima naturalidad, jugaremos, reiremos para que la sesión sea un rato divertido.
Considera el entorno y la temporada
Otra cosa a tener en cuenta es dónde se realizará la sesión, si será en estudio o exteriores. Si es una sesión de fotos en exteriores, hay que tener en cuenta la localización y la estación en la que se realice la sesión.
Ropa cómoda, con colores suaves, aunque en temporada de invierno o mucho frío no solemos hacer sesiones fuera. En otoño y primavera es la temporada perfecta para hacer este tipo de sesiones. En otoño tenemos esa luz ocre tan característica, y en primavera las tardes son más largas y suele estar todo más verde y florido. Para otoño colores más marrones, y en primavera colores más suaves para que contrarresten con el colorido del paisaje.
En verano también se pueden hacer estas sesiones, a última hora de la tarde, con ropa más ligera. En verano podemos optar a algún color más llamativo.
Accesorios y detalles que suman
Para estas sesiones podéis traer algún accesorio o complemento. Tened en cuenta, sobre todo si venís con niños, no forzales a ponerles nada con lo que no estén cómodos, ya que se pasarán toda la sesión enfadados o protestando.
Por ejemplo, si a tu peque no le gustan los gorros no insistamos en ponérselo, ya que, los fotógrafos, buscamos que la sesión sea un rato divertido y agradable. Y mi lema es que menos es más, por lo que tampoco hay que darle demasiadas vueltas. Ropa sencilla, cómoda, y que sea de vuestro estilo, no necesitamos nada más.
